domingo, 25 de septiembre de 2011

Conceptos estéticos

El trabajo coreográfico está inspirado en ciertas ideas que el filósofo argentino Rodolfo Kush desarrolla en su obra y denomina “Estética del espanto”; planteo de características particulares que implica una cosmovisión de la realidad latinoamericana entendida como “Mestiza”. Término que alude a una suerte de recurso para alcanzar la integridad y lograr alguna forma de fijación en la conciliación de los opuestos.

Los dos elementos que se destacan como características esenciales de dicha estética son: por un lado, la fuerza expresiva contenida en la “monstruosidad” opuesta a lo natural, referido a cierta tolerancia que hemos desarrollado como cultura (esquema occidental) frente a la repetición de ciertos hechos, provocando la sensación de pertenecer a un mundo inalterable; por el otro, la estrecha relación entre lo humano y lo natural (referido a la naturaleza). Son interesantes las categorías que el filósofo despliega en su obra: el mero-estar, el espacio-cosa, el paisaje, el vegetal-forma.

La obra coreográfica intenta poner en evidencia el estado de transmutación o transformación que tiene lugar en todo sujeto en tanto ser vital. Tomando palabras del propio Kush “a través de la perturbación de la forma se pretende lograr un realce de lo signado y  ponen en evidencia aquello que engendra la sensación que dará lugar en última instancia a la forma”.

El mito azteca de Coyolxauhqui y la leyenda mexicana “La loba” de la narradora Clarissa Pinkola Estés son puntos de partida para crear un ser arrojado a un espacio y a una fisicalidad única. La elección de una mujer no es arbitraria, la temática apela a la transformación o transmutación femenina y al desgarramiento que genera vida, la del propio sujeto que ha descubierto su esencia instintiva, su naturaleza profunda.

Una experiencia artística es siempre una invitación a escapar de la cotidianeidad, es un juego de provocación  y aceptación cultural a participar de un espacio y tiempo extra cotidiano que intenta la conmoción del espectador. Con-mover, mover de lugar, produciendo una reflexión y aprendizaje diferente del saber académico.

Creo profundamente en que el arte es una forma de conocimiento que se presenta en forma metafórica, con una poética única que encierra un mundo propio a partir del cual cada espectador será capaz de abrir múltiples lecturas que le den sentido o la re-signifiquen.